Un senador salteño que está casado con la minería
Enviado por Gisela Carpineta el Dom, 03/10/2010 - 03:32.
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* Política
Por
Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com
Minas y matrimonios pueden resultar parte de un mismo tema en una película, sin que se requiera un destacado guionista, una buena directora o un político con empresas. Sin embargo, no es el caso que une –o diferencia– a un senador y a una cineasta salteños.
Juan Agustín Pérez Alsina ingresó al Senado de la Nación el 10 de diciembre de 2007 por la Alianza Frente para la Victoria - Partido Renovador de Salta. Es el único integrante del Bloque Partido Renovador de Salta, creado por el ex gobernador de la última dictadura Roberto Ulloa. Se trata de un marino retirado que, después de su sociedad con el genocida Jorge Rafael Videla, prestó importantes servicios a la estructura político empresarial del menemismo. En efecto, en plenos años ’90, Ulloa juntó su Partido Renovador con las huestes de Acción Chaqueña, creado por José Ruiz Palacios, un ex coronel que fue subsecretario de Interior desde marzo de 1976. Pérez Alsina llegó a la Cámara alta de la mano del fuerte lobby minero que logró su mayor triunfo cuando se sancionó el Código de Minería en 1995.
Pese a su soledad en el Senado, Pérez Alsina tuvo la suerte de ser electo presidente de la Comisión de Minería, Energía e Hidrocarburos y, también, vocal de la de Ambiente. No es posible entender cuál es el conocimiento de Pérez Alsina en materia de minería, de acuerdo con el currículum que figura en el Senado. Allí se menciona su condición de ex profesor de Derecho Administrativo y de Derecho Constitucional, pero no sus vínculos con esta redituable actividad extractiva.
Nada figura, en cambio, sobre su condición de empresario y abogado de las mineras. Sin embargo, sus relaciones con los metales no quedaron ocultas bajo tierra. En efecto, el Boletín Oficial de Salta, con fecha 18 de febrero de 2008, revela que Pérez Alsina es socio fundador y accionista de Puna Exploraciones S.A. y de M-18 Gold S.A., ambas empresas constituidas con fecha 13 de noviembre de 2007 y autorizadas por la misma escribana, Viviana Gabriela Pascual. Es decir, Pérez Alsina dejó pasar dos semanas de los comicios que lo convirtieron en senador por Salta y tuvo la precaución de constituir las sociedades casi un mes antes de asumir y jurar por Dios y por la Patria.
Matrimonios y algo más. Cuando se debatió en el Senado la reforma del Código Civil, Pérez Alsina hizo una extensa exposición. Entre sus fundamentos para rechazar el matrimonio igualitario, este abogado de derecha no dejó de hacer referencias a la homosexualidad entre los griegos y los romanos, que “era muchísimo más intensa que en las sociedades actuales y era reconocido tácitamente. El efebo era casi una institución –los héroes tenían efebos– pero nunca como Estado quisieron aceptar esa concepción, porque también está la concepción del Estado, es decir, qué Estado queremos. Y sabemos que la unión hombre-mujer, unión hombre-varias mujeres o como la quieran llamar, es la perpetuación del Estado, es la perpetuación de la especie”.
También se refirió al peligro de “desapariciones” que traería la reforma, porque “por ejemplo, la esposa-madre desaparece del artículo del Código Civil, ahora es contrayente; género neutro. Dame una palabra y cambiaré el mundo, decía Lenin. Cuidado con las palabras, éstos son géneros. La esposa-madre desaparece”. Tan rebuscadas son sus expresiones como insólita es la frase que le atribuye al líder de la revolución bolchevique.
Pocos días después de su discurso homofóbico, la directora de cine salteña Lucrecia Martel envió una carta al portal Salta 21. En ella, la directora de La niña santa le enumera 31 documentos en los que podrá encontrar argumentos sobre el matrimonio homosexual.
Cuántas minas que tengo. Martel, además, tuvo la precaución de enumerar las empresas mineras que atiende el estudio jurídico de este senador que preside la Comisión de Minería. “Senador Pérez Alsina, no me da ninguna tranquilidad que usted sea abogado de mineras y senador de una provincia que está habilitando el emplazamiento de megaemprendimientos mineros, ignorando las voces de las poblaciones, representadas por asambleas socio-ambientales, universitarios y diferentes especialistas, que hoy cuestionan dicha actividad extractiva; algo que no sólo sucede en nuestro país sino también en otras latitudes”, dice Martel, quien más adelante cita las compañías mineras que figuran en la página de su estudio como clientes (www.estudioperezalsina.com): Apex Silver Corporation, Bórax Argentina S.A., Globe Uranium Argentina S.A., Knight Piesold Argentina Consultores S.A. - Consultora Ambiental, Londero Luis S. H., Magma S.A., M.I.M. Argentina Exploraciones S.A., M-18 Gold S.A., Pacific Rim Mining Corporation Argentina S.A., Puna Exploraciones S.A., Río Tinto Mining And Exploration Limited, Rojas Y Asociados S. A. - Consultora Minera, Silex Argentina S.A., Sociedad Minera El Quevar S.A. (Apex. Silver Mines LtdSilver Standard Corporation), SteinverkeLtdS.R.L.
Pérez Alsina no tuvo la precaución de hacer un link entre el currículum que presenta la página web del Senado y sus clientes comerciales. Será que una cosa son los efebos de los romanos y los griegos, y otra muy distinta la constitución del Estado. Martel le dijo en esa carta: “Creo que a ciudadanos homosexuales y heterosexuales no hay ni que consultarlos para saber que esto es un peligro enorme para la administración de la cosa pública”, y menciona dos artículos de la Ley 25.188 de Ética Pública. Cabe consignar que la Unión de Asambleas Ciudadanas, días antes de la votación en el Senado, hizo pública la solicitud de que tanto Pérez Alsina como Mario Colazo, de Tierra del Fuego, y César Rioja, San Juan, se abstuvieran de votar en la sesión en que se iba a debatir la Ley de Glaciares por ser empresarios mineros.
Glaciares. El martes pasado parecía que se esfumaba la media sanción de la Ley de Glaciares de Diputados. El acuerdo que habían logrado el diputado Miguel Bonasso y el senador Daniel Filmus fue tratado en la Comisión de Medio Ambiente, y Pérez Alsina y otros siete senadores votaron un despacho de mayoría contrario a lo tratado en Diputados. Filmus logró, junto a otros tres senadores, un despacho de minoría. Al día siguiente, el pleno de la Cámara debía tratar ambos despachos. Se insistió mucho en que la Ley de Glaciares no es una ley de minería, pero el lobby minero la tomó, por lo menos, como un globo de ensayo. Sin embargo, con una ajustada mayoría de 35 votos contra 33, el despacho de minoría impulsado por Filmus, y ya votado en Diputados, se convirtió en ley. Y, se descuenta, esta vez no será vetada por la Presidenta.
